Sobre trabajar en remoto.

Esta mañana he leído un artículo de Alberto Romeu explicando las razones por las que decidió trabajar en remoto y he sentido la necesidad de escribir sobre el tema.

La vida moderna

Hay que reconocerlo, muchos aspectos de nuestro día a día se están volviendo cada vez más remotos: el comercio, la educación, los trámites administrativos…

¿Qué sentido tiene conducir 20 minutos hasta un centro comercial y hacer cola para comprar algo que puedes encontrar más barato a golpe de click? o ¿Por qué perder una mañana en hacienda para entregar unos papeles cuando podrías rellenar un formulario web?

Recuerdo una asignatura en la que el profesor estuvo ausente una semana y decidió dejarnos las clases subidas a youtube, en ese momento ví la luz.

Tener las clases grabadas era el futuro: si no me encontraba al 100% pausaba el video para retomarlo más adelante con más con ganas. Si algo era demasiado básico podía saltármelo. Si no entendía algo podía verlo otra vez y en el peor caso siempre podía mandar un email con dudas.

Para colmo de lo absurdo ese profesor daba exactamente la misma clase 4 veces al día a 4 grupos diferentes! Más de 300 personas contaminando para hacer algo que podrían hacer en su casa. Y no debí de ser el único en ver las ventajas de la educación a distancia, ese año nació Coursera.

Al poco tiempo encontré mi primer trabajo en una startup que por suerte estaba a 10 minutos andando de mi casa. No tarde en darme cuenta que incluso estando tan cerca no tenía ningún sentido ir a la oficina. Pregunté por la posibilidad de trabajar en remoto y por objetivos y no hubo problema. Me había convertido en el dueño absoluto de mi tiempo y podía decidir si madrugar para estudiar, si centrarme en adelantar trabajo o si irme de fiesta hasta que cerrase el playa y perder un día entero convalenciente en cama.

A nadie le gusta conducir (al trabajo).

El primer problema que le veo al trabajo presencial independientemente de estar calentando la silla es el desplazamiento. No voy a hablar del riesgo que supone ir desde Pontevedra a Porriño con niebla por uno de los tramos más peligrosos de España, ni de cuanto he contaminado en el proceso, voy a centrarme simplemente en el tiempo que perdería.

45 minutos ida y 45 minutos vuelta, a diario, 5 dias a la semana. Hora y media diarias en el coche!

Hora y media! Si dedicas ese tiempo a tocar la guitarra en unos meses ya puedes presumir en Instagram! Puedes a aprender a cocinar mejor o ir al gimnasio y dejar de ser un gordit@. Hay mil cosas que hacer en hora y media y todas son mejores que conducir! (excepto ir al gimnasio!)

Yo tardo 30 segundos en ponerme la bata e ir al despacho y es algo que agradezco y aprecio cada día.

También puedo preparar la comida con calma y a veces hasta como mientras trabajo ¿por qué no? a nadie le importa!

Me puedo permitir elegir.

Por puro azar tengo la gran suerte de pertenecer a un sector privilegiado como es el de la informática y como parte de esos privilegios puedo permitirme elegir la empresa para la que trabajo.

Desde mi humilde punto de vista la consultoría de software es habitualmente una especie de restaurante de comída rápida donde prima el tiempo y el coste por encima de la calidad. Al igual que Alberto siempre he buscado una empresa de producto propio donde poder elaborar platos de autor con cariño y mimo.

También busco una empresa comprometida con el software libre o al menos que no tenga alergia al open source. Como tantos otros me siento en deuda permanente con la comunidad que me ha dado tanto sin pedir nada a cambio y lo mínimo que puedo pedir es que mi empresa ayude a mantener viva esa comunidad, ya sea a través de charlas y eventos o de repositorios públicos.

Incluso asumiendo que no me importe conducir 1h diaria es muy complicado encontrar una empresa así en Galicia (aunque hay excepciones). Entonces ¿qué hago?

¿Tengo que renunciar a estar cerca de mi familia y amigos? ¿Tengo que pasar de una casa con piscina a lado del mar a pagar más por un piso diminuto? y lo que es más importante ¿Tengo que renunciar al pulpo de calidad y barato?!

No! Puedo permitirme elegir y quiero tenerlo todo.

Elige remoto

Por un bug en el proceso de selección he acabado en la que desde punto de vista es una de las mejores empresas de software de España. Tengo unos compañeros que son unos malditos cracks de los que siempre aprendo algo y un manager que ha llegado tarde a un hangout por que se ha liado surfeando!

Se que a mucha gente que va a trabajar en traje este detalle le parecerá una falta de respeto pero para mí fue todo lo contario. Fue una revelación, un claro ejemplo de que si llego a ser un crack no voy a tener problemas si un día decido ir a la playa a aprovechar los pocos días de olas buenas.

En este tiempo que llevo en CARTO nadie jamás me ha puesto ningún problema por comer y cocinar a la hora a la que me entra el hambre. Incluso un dia que casi prendo fuego a la casa y tuve que cocinar dos veces mi mayor problema fue disimular mis mordiscos durante una videollamada!

Y no sólo son ventajas para el trabajador. Si todos los remotos decidiésemos ir a la empresa a trabajar tendríamos que mudarnos a una oficina más grande con el coste que ello conlleva, o al menos comprar más sillas. Por no hablar de que yo me manifestaría a diario para que vuelva a haber un suministro ilimitado de galletas de chocolate en la oficina pudiendo llegar a desencadenar una huelga indefinida.

Pero…

Por desgracia no todo es maravilloso en el pais de la piruleta.

Muchas veces te acabas sintiendo sólo y desconectado de tus compañeros. Y eso para gente con escasa vida social fuera del ámbito laborar puede suponer un problema serio. (Por eso quiero animar a todo el mundo a apadrinar a un remoto y mantenerle informado de todos los salseos y del día a día en la oficina. #adoptaUnRemoto)

Otro problema del trabajador remoto es que es más complicado decir "he terminado por hoy". Os voy a contar un secreto: Siempre hay algo que hacer! Es normal dejar algo para el dia siguiente. Cuando creas que has terminado, apaga y si a alguien le parece mal no tardarás en saberlo. (En mi caso sigo sintiéndome inseguro cuando me despido y es una de las cosas que quiero superar en 2018)

Y por último quiero animar a todos los remotos a que hagan un esfuerzo por socializar más con sus compañeros de trabajo. Es muy contraproducente ser esa persona que solamente te abre conversación en el slack para darte malas noticias o asignarte tareas. Ser un remoto no significa ser un autómata sin sentido del humor.

Y además…

También se agradece que la empresa organice eventos donde poder estar todos los compañeros en un mismo lugar . En mi caso nos vamos a Valencia y mi objetivo es hablar de todo… menos de trabajo.